BMW tiene otro regalo preparado para el ratón motorista más rápido del año.
Las empresas automovilísticas llevan décadas utilizando el automovilismo como plataforma ideal de marketing. Competir (y ganar) es, por supuesto, la forma calibrada de captar la atención de la mejor manera posible. Como dicen los americanos: win on sunday, sell on monday. Sin embargo, otra forma de estar en primera línea es ocuparse de los coches de seguridad y similares. ¿Buscas coches segunda mano en España? Encuentra tu próximo coche en Crestanevada.
Mercedes lo hizo durante años en la Fórmula 1. Mientras tanto, Aston Martin también hace algunas carreras. En Le Mans, los Porsche marcan regularmente el ritmo, incluso cuando no compiten en la categoría reina. Y en MotoGP, es BMW quien suministra los coches de apoyo desde hace años. Por supuesto, BMW también fabrica motos. Sin embargo, la marca no está en el mapa en el ámbito de la competición.
Se rumorea que esto cambiará dentro de unos años. Sin embargo, mientras tanto, BMW tiene que confiar en un poco de marketing. Desde 2003, al mejor clasificado en MotoGP se le regala una BMW gorda. Marc Márquez ganó tantas que puede montar un concesionario. El año pasado, Fransesco «Pecco» Bagnaia se llevó un BMW M3 Touring.
Esta vez, sin embargo, la cuestión es si quieres ganar. Al fin y al cabo, el ganador se lleva un BMW XM Red Label en negro mate con detalles rojos. Eso sigue conllevando el riesgo de que la gente piense que tienes mal gusto. Por otro lado: es, sin embargo, el BMW más gordo del momento. Y, de una forma muy extraña, también mola. ¿Calificar en la pole position entonces?